El INDEC e Institutos de estadísticas provinciales en la actualidad calculan dos canastas: la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT). La primera como su nombre lo indica corresponde a la valoración de una canasta alimentaria, ya sea individual como familiar (teniendo en cuenta número de miembros, edad y tipo de actividad) cuyas incorporación de productos y cantidad de los mismos (calculado para consumo mensual) está dado en función de los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos indispensables.
La CBT se calcula aplicando un coeficiente (Coeficiente de Engel) que para explicarlo de manera simple, surge de la relación del gasto que representa la alimentación con los otros gastos del hogar, teniendo en cuenta el Índice de Precios (IPC) de cada uno de los rubros considerados en la canasta.
El gasto de los hogares, tanto sus componentes como el porcentaje que representan cada uno de ellos, es en base a un seguimiento de los gastos que efectúan durante un período de tiempo una muestra de hogares -Encuesta de Ingresos y gastos de los Hogares-. Este relevamiento se efectúa en hogares con diferentes niveles de ingreso, el porcentaje que representa la alimentación con relación a los gastos en bienes y servicios, varía entre los hogares según estrato de ingresos al que pertenecen. El que actualmente se emplea es el calculado a partir del gasto de los hogares que se encuentran en el segundo quintil de ingresos.
La canasta calculada por el CEMUPRO, para la Canasta Total aplica el mismo coeficiente que emplea el INDEC y la Canasta Alimentaria toma como base una canasta elaborada para estudios salariales elaborada por asesores de un diputado de Córdoba en el 2005, estando los consumos (productos y cantidades) representados por los necesarios para una calidad de vida media de una familia tipo; dicha canasta se adaptó, teniendo en cuenta productos y hábitos alimenticios locales; razón por la cual la diferencia de valor de las canastas oficiales y la del CEMUPRO, está en primer medida basada en los productos alimenticios y cantidades consideradas para su valoración, partiendo del concepto de que una familia debe contar con el acceso a una canasta que le garantice una calidad de vida media.
Se recuerda que hace unos años, el propio INDEC calculaba una canasta total que superaba ampliamente a la CBT, que actualmente se ha dejado de calcular o al menos dar a publicidad.
Con el transcurso del tiempo, la revisión de las metodologías resulta indispensable, dado que la oferta de producto y los hábitos de consumo se modifican con el tiempo, y esto debe ser contemplado, por citar un ejemplo si comparamos cuales eran los gastos en comunicación de un hogar con estrato de ingreso medio hace 10 años y los actuales en esos mismos hogares, posiblemente exista una gran diferencia, el surgimiento de la telefonía móvil e internet, han significado un cambio importante en los consumos. En la actualidad la Encuesta de Ingresos y Gastos en los hogares se efectúa cada 10 años, lo que indudablemente genera distorsiones en las canastas calculadas sobre esta base.
Además de la revisión de los productos, bienes y servicios considerados en el cálculo de la canasta, y la representación de los mismos en el gasto, también es necesario la revisión de los métodos de relevamiento, forma de ingresar los datos y proceso de análisis.
La cuestionada situación respecto a la confiabilidad de los datos oficiales, desde el abordaje metodológico puede ser subsanado efectuando la revisión, corrección y exponiendo la metodología empleada, lo cual es un trabajo puramente técnico, para lo cual el INDEC ha contado tradicionalmente con un buen plantel de Técnicos, algunos de ellos desplazados recientemente, por razones políticas y no vinculadas a su capacidad profesional.
Las modificaciones e incorporaciones para subsanar la falta de confiabilidad en las estadísticas oficiales, sólo serán eficaces si se garantiza la independencia de acción para la elaboración y difusión de los datos oficiales, resultando necesario generar un marco legal que garantice la independencia y autarquía del INDEC. La creación del Consejo de Observación Económico y Social del INDEC y Consejo Académico sólo si pueden actuar independientemente junto al cambio de personas que afectan fuertemente a la credibilidad de la institución podrán contribuir básicamente a recuperar la confiabilidad en las estadísticas oficiales.
Calcular y difundir estadísticas oficiales correctas y creíbles, nos posicionan frente a la posibilidad de contar con diagnósticos certeros sobre el costo de vida, porcentaje de pobres e indigentes, parámetro para revisión de salarios, actualización de deudas, cálculo del poder de compra, entre otras; en definitiva conocer el real funcionamiento de la economía, tanto a nivel macro como micro, no sólo para la planificación de políticas públicas sino para la propia economía empresarial y familiar.
CEMUPRO
Téc. Beatriz Curtino
La CBT se calcula aplicando un coeficiente (Coeficiente de Engel) que para explicarlo de manera simple, surge de la relación del gasto que representa la alimentación con los otros gastos del hogar, teniendo en cuenta el Índice de Precios (IPC) de cada uno de los rubros considerados en la canasta.
El gasto de los hogares, tanto sus componentes como el porcentaje que representan cada uno de ellos, es en base a un seguimiento de los gastos que efectúan durante un período de tiempo una muestra de hogares -Encuesta de Ingresos y gastos de los Hogares-. Este relevamiento se efectúa en hogares con diferentes niveles de ingreso, el porcentaje que representa la alimentación con relación a los gastos en bienes y servicios, varía entre los hogares según estrato de ingresos al que pertenecen. El que actualmente se emplea es el calculado a partir del gasto de los hogares que se encuentran en el segundo quintil de ingresos.
La canasta calculada por el CEMUPRO, para la Canasta Total aplica el mismo coeficiente que emplea el INDEC y la Canasta Alimentaria toma como base una canasta elaborada para estudios salariales elaborada por asesores de un diputado de Córdoba en el 2005, estando los consumos (productos y cantidades) representados por los necesarios para una calidad de vida media de una familia tipo; dicha canasta se adaptó, teniendo en cuenta productos y hábitos alimenticios locales; razón por la cual la diferencia de valor de las canastas oficiales y la del CEMUPRO, está en primer medida basada en los productos alimenticios y cantidades consideradas para su valoración, partiendo del concepto de que una familia debe contar con el acceso a una canasta que le garantice una calidad de vida media.
Se recuerda que hace unos años, el propio INDEC calculaba una canasta total que superaba ampliamente a la CBT, que actualmente se ha dejado de calcular o al menos dar a publicidad.
Con el transcurso del tiempo, la revisión de las metodologías resulta indispensable, dado que la oferta de producto y los hábitos de consumo se modifican con el tiempo, y esto debe ser contemplado, por citar un ejemplo si comparamos cuales eran los gastos en comunicación de un hogar con estrato de ingreso medio hace 10 años y los actuales en esos mismos hogares, posiblemente exista una gran diferencia, el surgimiento de la telefonía móvil e internet, han significado un cambio importante en los consumos. En la actualidad la Encuesta de Ingresos y Gastos en los hogares se efectúa cada 10 años, lo que indudablemente genera distorsiones en las canastas calculadas sobre esta base.
Además de la revisión de los productos, bienes y servicios considerados en el cálculo de la canasta, y la representación de los mismos en el gasto, también es necesario la revisión de los métodos de relevamiento, forma de ingresar los datos y proceso de análisis.
La cuestionada situación respecto a la confiabilidad de los datos oficiales, desde el abordaje metodológico puede ser subsanado efectuando la revisión, corrección y exponiendo la metodología empleada, lo cual es un trabajo puramente técnico, para lo cual el INDEC ha contado tradicionalmente con un buen plantel de Técnicos, algunos de ellos desplazados recientemente, por razones políticas y no vinculadas a su capacidad profesional.
Las modificaciones e incorporaciones para subsanar la falta de confiabilidad en las estadísticas oficiales, sólo serán eficaces si se garantiza la independencia de acción para la elaboración y difusión de los datos oficiales, resultando necesario generar un marco legal que garantice la independencia y autarquía del INDEC. La creación del Consejo de Observación Económico y Social del INDEC y Consejo Académico sólo si pueden actuar independientemente junto al cambio de personas que afectan fuertemente a la credibilidad de la institución podrán contribuir básicamente a recuperar la confiabilidad en las estadísticas oficiales.
Calcular y difundir estadísticas oficiales correctas y creíbles, nos posicionan frente a la posibilidad de contar con diagnósticos certeros sobre el costo de vida, porcentaje de pobres e indigentes, parámetro para revisión de salarios, actualización de deudas, cálculo del poder de compra, entre otras; en definitiva conocer el real funcionamiento de la economía, tanto a nivel macro como micro, no sólo para la planificación de políticas públicas sino para la propia economía empresarial y familiar.
CEMUPRO
Téc. Beatriz Curtino
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